Laureles que tus sienes merecen por
batir la marca del tiempo por tus desvelos,
fuegos clandestinos para imaginar
en ellos lo que lo previsible del día
apaga, cuentos que ya nadie te miente
para enseñarte a volar, puntos de fuga,
contraluces alzándose tras grises presagios…
Yo mismo no les presto los debidos respetos,
y apenas retengo, muy de mañanas, del sueño,
una deshilachada estela de libertad azulada,
una mirada a lo lejos, un rumor de paz, una erección
Sueños…frutos tras tus ojos que la noche madura
para tomar de ellos su dulzura de estrella , frutos
noctámbulos que el mal desnuda con su filo tallando
culebras de piel amarga, frutos de descompuesta pesadumbre
buscando que la mañana preñe de verde su negra simiente…
en la noche un mar de sueños se esconden a salvo de estadistas,
psicólogos, poetas o publicistas.
Mañana las noticias hablarán de los grandes sueños,
o viceversa por lo general, gestados en el dormir de
muchos, ni en los artículos de opinión, ni tan siquiera
en la página donde se nos informa de quien ya goza
del sueño eterno, encontrarás : Hoy he soñado
contigo…
Y así, claro, ninguna certeza tendrá manos que te
acaricien por dentro, y todos permaneceremos en el silencio
que nos proclamen los vendedores de sueños de exhibición,
masa de sueños en masa, en el esplendor dorado de los días.
Así que ya lo sabes, qué tontería, hoy
cuando los tejones cruzaban la carretera,
cerrados, por no verla, los ojos a la noche,
en mi intimidad de esencias ocultas…Hoy he
soñado contigo…
Para decirte esto se debieron soñar los poemas.
Te busco en mis sueños...nos vemos en el firmamento
de esta etérea universal filmografía. Quien quiera que seas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario