13/10/24

ENFADOS.

 






Si hace falta la nana iluminada de la luna con su terco mecer

 y el fértil pecho solar para acunar sosegadas bajamares.

 

Si hace falta aire joven que pastoree en los valles del cielo sus nubes,

rebaños de fuego contrariado disipando hasta la calma su desazón.

 

Si hace falta la sincronizada danza, en el huevo milenario descrita,

de mil voluntades para recomponer un orden de hormiguero,

tenaz búsqueda de amparo, hoyando en la inmensidad del caos.

 

Si hace falta ser espuma y pluma blanca bajo soflamas inflamadas,

desarmarse el pecho, resistir la herida y seguir en pie de paz…

a ver si cesan los azogues que agitan banderas-espejo de aniquilación.

 

Que hará falta entonces para fluir bajo el orbe en busca de alivios

a picores cotidianos, enfados de opereta, dramas maquillados,

grano arena en el ojo cualquiera de ellos, óvulos de gran cetáceo… 

 

Que sosiego, calma, orden y paz de chocolate en mi tarta de letras,

pasen a ser lo que dicen ser en mi yo dolorido y abatido…

o al menos me orienten por donde encontrarme caminos.

 

 Desde este enfado que me retiene en mis propios fangos de fondo,

y solo en mi pleamar bajo el rayo que atenaza… escondido te busco…

y me niego a creer, terco y absurdo como el rencor, que quiera encontrarte…

 

Y aquí sigo como una hoja caída al agua girando en mi remolino,

sabiendo que muy pronto, como la mar dócil a la física de las atracciones,

de nuevo seremos nuestro orden de calmas imperfectas,

vulnerables a la enojosa torpeza de enfadarse,

para desenfadarse después en vergonzosa victoria.


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