1/5/24

MÁRMOL NEGRO.


 




Quizá tornarán tiempos de alquitrán goteando viscosos sus días,

de ansiedades de yeso estallando contra abrasadas incertidumbres,

del plomo del miedo lastrando la sangre en sus caminos tan ajenos,

de filos acerados coagulando de grana nuestras rosas de invierno,

del marchitarnos desde dentro sin el consuelo de las heroicas derrotas,

de mazas de bata blanca con su veredicto de amar y temer a un tiempo,

del amar, y un temor sangre de la sangre de las mismas tripas del dolor…

y un vértigo negro trepará tenaz por nuestros troncos de savias abatidas.   

 

Quizá volverán  con su veredicto atroz las oscuras golondrinas,

en nuestros ojos sus augurios negros y lágrimas ocultas a colgar,

y otra vez habitarán los viejos túneles de insomnes noches sin luna,

y con su alas libres, así son los miedos rota ya su nube, llamarán… 

y su amenaza suspendida en el aire certera esperará anidar en tu pelo.

 

Quizá volverán después las tupidas madreselvas hacia cumbres luminosas,

pétalos de un amarillo ácido sobre celestes fundiendo en esperanza,

y otra vez a la tarde, aún más hermosa y soleada tarde enamorada,   

sus flores de nuevo, pertinaz osadía, abrirán...fragancias y sosiegos…

abrirán a la noche sus ventanas, al día sus caminos adelante por andar.

 Pero aquellas que aprendieron los augurios en mármol negro aquellas, creedlo, lo dijo el poeta,          esas…¡ no volverán!


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