17/4/24

 





A rebuscar entre mis días, fiel,

como a un destino puntual acudo,

a sacar de ellos hebras de lana grasa,

brillos celestes, ocasos, centellas, luceros,

y el musgo que medra en las sombras que toda luz provoca.

 

Con estos ligeros materiales

en el pecho me construyo un nido

para sonrisas prestas a cálidas victorias,

y cuando el invierno desnuda y emborrona, habito,

gorrión de canalera, sueños de vértigo en aleros ateridos.

 

Y así, en cortos vuelos,

voy tejiendo circulares mis días...

cerrar el taller al toque atemporal de campanas,

volver a casa, para una arquitectura de besos, palabras, notas..

y en la noche, vieja desconocida, cobijarme en ahuecar de plumas.

 

Ante la imparable inercia de plomo de los inviernos,

se estremece la rama en que se mece inseguro mi universo…

Universo de raídas quijadas, mudas de culebra, polvo de ceniza,

la cáscara rota de mis días, estelas en el aire, borra, broza, mucha luz,

música, esfuerzo y mil victorias de alegría…

Y un batir de alas hacia la calidez de tus brazos, si esto lees, su vuelo.


16/4/24

viejos papeles

 





Los conservo sin quererlo apenas

como legajos de pleitos ya olvidados,

 en su carpeta con almenas y cadenas

por un gran símbolo de la paz custodiados.

 

Parecen creer haber ganado derechos antiguos

jurisprudencia de arcanos chantajes emocionales,

parecen indicar caminos y refugios como mapas ambiguos

querer marcar con migas de pan, boj o estrellas sus señales.

 

Extraviadas fotografías en las que cauto me adentro

amenazan con cotidianas sombras asediar los espejos,

o notas de aquel yo de entonces saliendo al encuentro                

preguntándome que tal en este futuro de aromas anejos.

 

Releer ahora estas cartas es como espiarme confidencias

que me cuente mis memorias de inocencias y rebeldías,

entrometerme en la nieve virgen de solitarias esencias

ventanilla en el tren del tiempo en mi viaje de cercanías.                                             

 

En la tapa escribí “Carpeta que nunca debo olvidar”…

la amenaza ya parecía evidente, presagios en adopción,

quemar etapas, ya tendrás tiempo ya…tiempo a liquidar

 marchitarme cómodamente sacrificado era ya una opción.

 

Hoy sigue siendo el tiempo y no sé mucho más que en mis cartas iniciales,

sigo escribiendo para decirme, destino incierto, esto que ahora me cuento,

y que pronto no serán sino archivos apilados en amarillentas carpetas digitales.


13/4/24

ANIVERSARIO

 







Continuamos en un mismo nuestro tiempo

desde el inicio de nuestro ya casi siempre,

sin mirar un atrás que avanza incesante,

agua y espuma, el uno en el otro tan diferentes.

 

Al amparo de un vigilado orden cotidiano,

explorando paraísos y junglas de andar por casa

con la bruñida  coraza de amaestrar pasiones,

prudentes , perplejos , inquietos en nuestro rompeolas.

 

Resituando en su lugar la conciencia del miedo,

ese que asalta las  miradas y duele en su reflejo,

asumiendo sin más tanto natural esfuerzo doméstico,

calibrando amenazas , renovando asombros,

equilibrando renuncias , domesticando  anhelos.  

 

Construyendo día a día espacios donde querernos

continuamos  a nuestro mutuo amparo contra la intemperie,

de fuera nos llega la bravura del mar salpicándonos de renuncias

y temporales, trayendo en sus mareas desconciertos y dudas…

es la espuma dorada del latir de la vida  más allá del nosotros.

  

Aquí seguimos, juntos en brisas y galernas,

mirando como rompen contra la  firmeza del amor los días…

 

Mientras amanece un horizonte de frutos maduros

y en la piel mil estelas nos recuerdan felices singladuras.    

 

Para las olas no importa el tiempo,

son el tiempo que en su batir,

aunque les demos la espalda, nos inquietan…

LA TXAN.

 






Hoy he visto a mi vecina de cuando niños,

dudando le he preguntado  si era la Pili,

si continuábamos siendo nosotros todavía, 

qué era de unos y otros tras cuarenta y tantos años sin sabernos. 


Desconcertada me ha mirado a través de tiempo,

ha dicho mi nombre , que me reconocía por los ojos,

me ha encontrado muy guapo contra todo pronóstico,

ha preguntado por mis padres y por mi pinocho de goma. 


He desempolvado , mientras me hablaba , tardes  de sol,

sus colmillos tiernamente descolocados , sus trenzas y lazos,

sus piernas delgadas al aire de inocencias de braga calada,

y me he visto aquel de entonces y era yo mismo hasta hoy. 


Recuperados para la infancia nos hemos aprendido de nuevo,

hemos salvado nuestra memoria de niños de nuevo al fin,

reconocido en nuestras manos de ahora aquellas de entonces,

recogido del tiempo nuestra verdad de cariño y juegos arrebatada. 

 

En nuestra mirada templada, esperando el turno en la carnicería,

nos hemos jurado, sin decirlo, seguir siendo emoción compartida,

nuestras madres tendiendo sus banderas lo cantaron al aire con su luz 

en balcones engalanados, barrio para el encuentro de puertas sin almidón. 

  

Retomamos lo aprendido jugando en dunas dorada de arena de obra,

la libertad que éramos, como gacelas jóvenes ante un futuro al acecho…

nos hemos dicho adiós, el hasta mañana de entonces, un poco más felices…

como tras leer un buen poema.

Después cada uno a su casa, al orden cotidiano de su pan con chocolate.


Hemos desembalado de los cartones del tiempo un seguir siendo niños…
sin tiempo que perder, resistiendo, niños de barrio, hasta el fin.

DESCONCIERTOS

 





Un vendaval de otros ojos  imprevistos le dejó

un desorden contrariado más allá del asombro.

 

Inevitablemente se soñó en un retorno imposible,

o al menos en un indagar de límites compatibles.

 

Pensó que si su vida fuera muy otra con comienzo más tardío,

y nada conociera y debiera de esta de ahora dichosa a fin de cuentas,

rompería contra sus ojos imprevistos su corazón de esa su otra vida.

 

Nada más perpetró que un vano sentimiento agridulce,

ni quiso ni hubiera podido traspasar las líneas rojas,

pero ella, desde su amor instaurado, dudó del verdadero orden de los verbos

y le recorrió una incógnita azul de ecuación desconcertada.

 

Ella le acusó en sus silencios de andar por casa

de la inocencia de su culpa y viceversa,

y soportó en calma su transparencia ingenua y brutal.

El asumió su castigo de vacíos por delitos de bohemia,

y mató alguno de sus  pájaros hechos de nubes de confusión.

  

Todo quedó para él en una extraña indigestión de deseos,

en un ingrato recorrer los espacios de su corazón adiestrado,

en una sombra como tras un juego arrogante y sin sentido.

Todo quedó para ella en una renovada certeza tras el desconcierto,

en un descansar su cabeza en un amor de cercanías nunca perdido,

en el sosiego de saber que en el fondo es un chiquillo que ha aprendido. 

 En ambos corazones de fruta madura, dulce y delicada a salvo de la intemperie.

 En aquella de los ojos imprevistos,

ajena a estas ñoñerías de salón,

quizá quedó un deje de curiosidad,

y un puñado de señales que él le dejó

para una amistad con sabor a pan,

que ella, sabia y prudente, nunca dijo si comprendió.

PAPÁ

 





Hubiera querido

Devolverte la fuerza de ese tu primer paisaje

que nunca dejaste atrás, madre despojada de sus hijos,

tierra de maletas inmensas como pechos repletos,

tierra madrastra de la que tuviste que marchar.

Porqué oculta el mar, para el que parte, la huella de sus caminos…

 

Hubiera querido

Renovar tu brazo en fragua de amaneceres forjado

doblegando con golpe certero tu destino…

silenciar el mensaje de azogue de tus espejos

y que nada inquietase la debilidad de tu mirada.

Porqué muestra el vivir, para el que parte, las huellas de su camino…

 

Hubiera querido

Recordar tu vigor en el titubeo de sus pasos de felpa,

en la torpeza de tus manos desatadas tu afán por lo bien hecho,

en tus ojos cansados el brillo de mil horizontes, la risa de tu alma,

en la letra de tu gesto el amor, sin citarlo nunca, poema prescrito,

la misma vida te habitaba con otra furia, pero apenas te reconocías.

Porqué se pierde el vivir, para el que parte, en la huella de sus caminos… 

 

Con la ternura del niño que permanecía en ti

jugabas a miedos y a felices inconsciencias,

recorrías alborotado  y risueño los corredores del recuerdo,

te detenías en las estancias del amor de carne y hueso que nos salva,

maldecías con sorna tu vejez y seguías adelante como único destino.

Cómo saber vivir, para el que parte, continuando la huella de su camino… 

 

Tu cuerpo ajado por la sana costumbre del vivir,

castigado por el tiempo por el privilegio de tus días…

Tiempo eternamente muerto, parámetro métrico de lo vivo,

rencoroso si consciencia tuviera, constante nada sin la vida…

 Dejaste atrás las huellas en tus caminos…

 Aquí, sea lo que sea aquí y allá, quedó un continuar los caminos,

un templar de hierros en el fuego candente de los atardeceres.


11/4/24

CURRUCULUM DE LA MALA SOMBRA.

 





Perfecto individuo, tez curtida de mapache

cerradas las puertas, levantadas las defensas

inexpugnables miradas, inquebrantable determinación

matachín de dudas en el sagrado altar de las certezas

ambiciones verticales desmedidas, domador de vértigos

liderazgo amparado por fundamentales teorías económicas

astuto en traiciones que requieran nocturnidad y alevosía

puntualmente informado, prudente sin nada que añadir

empatía en proceso de taxidermia, en tierra de nadie ni conmigo y sin ti

sin búsquedas, encerrado, perdido en mi, a veces fuera de mi

solo como un poeta maldito, rodeado de corbatas de seda añil

el miedo fuera de su lugar, la culpa sometida, muerta la rebeldía

conformado, a veces agradecido, a salvo de culpa y contradicción

responsable, tenaz y discreto en el cumplimiento de objetivos

sonrisas de neón contra el hastío, adicto al merengue azul

la hierba, virgen umbral, crece altiva en la puerta de mi casa.

 

Me ofrezco como un Don nadie rendido a mi sombra.

Disponibilidad absoluta. Carnet de manipulador.

Firmo exitosas compra-ventas empresariales con el sello de mi tacón.

Adicto al crecimiento,  patriota leal del planeta de los gigantes.

Solvente, necesario, juez y parte…

tampoco es que quiera en lo personal a nadie perjudicarle.


RAPareados.


 




Con palabras sin voz se alambica un poema

para con tu voz si me lees interpretes este tema.

 

Es un orden de letras tras del silencio que sigue al beso,  

el anhelo de mis bocas para con tus oídos es este verso.

 

Macerando clandestinas esencias por si queréis de ellas bebed,

para que me toméis a sorbos o trago largo y así calmar la sed.  

 

Donante de pareados contra un vacío conservador

verbalizo la música, magia del aire prestidigitador.  

 

Métrica y rítmica riman para este pulso renovado,

la música y el verso en un nuevo impulso liberado.  

 

Los himnos de la calle no ejercen de cantos solemnes,

no visten protocolos ni sirven a instituciones y poderes.

 

Todos en una misma piel , nuestra patria es la armonía,  

resistir es vencer al silencio, aire ausente de toda agonía.

 

Nos oirá  quien ya no escucha , quien dejó ya de escucharse,

y hasta algún sordo de conciencia a este rap podrá acercarse.

10/4/24

POMPAS

 






Qué prudente normalizar los silencios,

aséptica rutina es deambular por ingrávidos vacíos.

 

Qué precavido contar y calibrar las palabras,

aun del veredicto del prejuicio ya emitido sabedoras.

 

Qué correctos marchitando clandestinas ternuras,

placando confesiones, acallando la voz de las caracolas. 

 

Qué serios al abrigo de la intemperie del desorden de las periferias,

dueños de lo que callamos, el pecho condecorado de platas sombrías.

 

Pompas intocables encerradas en su inquietante tensión superficial,

suspiro cautivo sin su brisa que lo eleve y devuelva a su espacio original.

 

El silencio también es música si se oye en la melodía,

diáfano cero a la deriva exento de armonía…

 

Afuera , la vida brota en murmullos ante tanto por decir acallado,

primavera de pompas en su tímido estallido de beso liberado.

 

Temporal del llanto roto de los silencios… tierra húmeda, palabra verde. 

9/4/24

ENSOÑACIONES.

 








En qué profundidades de la materia gris o blanca

toma el pincel tu descanso para imaginarte los sueños ?

Laureles que por tus sienes corren circulares

 por batir la marca del tiempo en tus desvelos,

fuegos clandestinos que el alba puntual y cotidiana apaga ,

cuentos que ya nadie te sueña para enseñarte a creer,

puntos de fuga de la consciencia hacia insospechadas dimensiones,

contraluces alzándose, laberinto de espejos, grises presagios… 

 Yo mismo no les presto los debidos respetos,

y apenas retengo, muy de mañanas, del sueño,

el entreverado aroma del jardín de las ausencias, 

una latente duplicidad de otro yo inquieto y asombroso,    

un desorden de cruce de estelas en un mar confuso, 

una mirada a lo lejos, un rumor de paz, una erección inútil

o un nuevo caos al azar de retales del tejido caduco de lo vivido. 

  Sueños…frutos tras tus ojos  que la noche madura

para tomar de ellos su dulzura de estrella ,

 frutos noctámbulos que el mal desnuda con su filo tallando

culebras de piel amarga, frutos de descompuesta pesadumbre

buscando que la mañana  preñe de verde su negra simiente… 

En la noche del mismo mar donde nacen los poemas los sueños

se esconden a salvo de estadistas, psicólogos, poetas o publicistas.

Así que ya lo sabes, qué tontería, hoy,

cuando los tejones cruzaban la carretera,

cerrados, por soñarla, los ojos a la noche,

en mi intimidad de esencias ocultas…Hoy,

quien quiera que seas,  he soñado contigo…

Para decirte esto se debieron soñar los poemas.

Te busco en mis sueños...nos vemos en el firmamento

de esta etérea universal filmografía.

8/4/24

LA BOLSA Y LA VIDA.

 


No cotiza al alza en mí la nostalgia,

ni apenas recojo del tiempo, oportuno,

el beneficio de la auto-complacencia que

triunfal pudiera obtener con mis recuerdos.

Pero si me paro a resolver incógnitas y echar cuentas

el resultado en el ser es un azorado balance en positivo.

 

Esta escueta rentabilidad variable de mi

memoria, no obstante, me ayuda

a no ver todavía amortizados mis días,

y así continuar asumiendo ciertos

riesgos mecido en los asombrosos picos

y valles del dulce vaivén de mis idas y venidas.

 

Llegará el día en se impondrá el peso acumulado del tiempo,

tiempo ciego, con su ley inmutable y su imperturbable balanza,

extraña y desigual justicia de mil incertidumbres y una certeza.

 

Olvidando plazos y vencimientos a la vista lo que quede viviremos…

resistir será nuestra victoria resignada y falaz creyendo poder vengarnos

del tiempo, matándolo en el provecho de nuestras horas…

 

Así hasta el último balance y por qué no, pasar página en un tan codiciado suma y sigue.

7/4/24

MAMÁ.

 








La noche se hace celda de recios presagios y, ante sus ojos,

todo huye dejando un vacío con su vértigo en  la cuerda floja

de las negras certezas.

En la mesilla el segundero picotea la inmensidad y ella, toda tierna indefensión, acurrucada pena sueños o vela silenciosos augurios.

 

La oscuridad que saturó de frías densidades los espacios

retira al fin su desamparo y en sus ojos la luz de sus días bruñe

entusiasmados brillos de niña.

A su ventana llegan ya cotidianas palomas doradas, portentosos

rayos de amor, el simple y puro milagro de la vida.

 

Luego asomada a su espejo de mano se busca en su mirada,

y de su estuche de sombras toma ajadas luces de coquetería

para, con el lápiz de ojos, perfilarse los contornos del alma.

En su rostro vence en la búsqueda de la belleza, esa que nos salva

o al menos ayuda a resistir.

 

Nacida para amar, mucho por llorar, todo por vivir,

desconcertada por el tiempo sólo el amor la sustenta,

y cruzando abismos sin respuesta sólo la guían ecos de

viejas guitarras y la voz de los suyos como única patria.

 

 

Es mi madre que me indica los caminos hacia la

alegría como de niño, el triunfo de la vida sobre

el dolor, la pasión sobre el hastío, el triunfo de la

luz al fin, que es en su mirada su alma tan evidente.

 

Niña octogenaria donde todo sentir triunfa

toda ya amor, simple, acostumbrado, dócil

amor…último vestigio de la vida venciendo

en sus días a la negra infamia de lo innombrable.

 

Vamos a la cama mozos que las estrellas van altas y ya clarea el alba trayendo el nuevo día.