Enjambres de palabras
se arremolinan en torno
en feroz zumbido de miserias.
Desde sus colmenas de dictada doctrina
en rotativas arcadas antes de la primera luz
marciales se multiplican para su vuelo de un día.
marciales se multiplican para su vuelo de un día.
Como turbia estrategia de humo
laberinto de ecos de canto de sirenas
al jardín de tus ojos como negra simiente llegan.
Son cotidianas demagogias de compañía
preñando de la ira de ayer las mañanas,
polen vigoroso al celo de fecunda opinión.
Tentáculos, ojos descomunales, escupir de tintas sobre
columnas de papel al sostén de un dogma inmutable,
o blanca, o negra, única, simple, verdad sólo a medias.
Otoñal barro arrastrando de ti a su poso de rencores
donde no hay un sol que rescate el agua de la tierra
limo perenne de dudas y certezas sin certezas ni tus dudas.
Hoy veo en el kiosko caos de aguijones,
presagio de silencios, panal de amarga miel
cerradas celdas, pringoso de cera el entendimiento.
El amanecer, contradictorio, complejo y cercano,
me ofrece sus matices....en ellos quiero perderme.
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