Me felicito por este mi nuevo Abril de pares sin nones
62 años de sumas y restas relativas sin apenas certezas absolutas,
inexacta es la ciencia del vivir con sus incógnitas por resolver,
rojas renuncias, granas carencias, verdes gratitudes, amores
azules…
hasta llegar a este mi presente de himnos de gratitud y alegrías
de resistencia.
Si hubiera sido taxidermista de mis vivencias,
o coleccionista de las mariposas nacidas en mis primaveras,
o poeta notarial de todo registro de amor que aun hoy me asombra,
o compositor de armonías para el arrebato en favor de la luz de
tus días,
hoy te mostraría vitrinas, versos, partituras, el poso concéntrico
de mis idas y venidas.
Pero hoy soy savia renovada que fluye por mis vetas de almendro en
flor,
y desde mi tronco que ahora cura sus heridas con lágrimas de
resina,
me abro paso tomando de nuevo el único camino hacia el nuevo
amanecer,
y renegando de tanto invierno baldío en aras de otro tiempo por
llegar
broto verde y tierno a la luz cegadora de este Abril al rigor de
los cierzos.
Brotando en azules, rompiendo sin nostalgias mis inviernos
así encontrará la calima del tedio mi pecho agitado e
incesante,
firme, resistiendo bajo banderas de pétalos y causas del color de
tus ojos…
rebelde para un nuevo tiempo, recuperado para el desafío de cada
amanecer
convocando a todos allá donde estéis a una orgía de pétalos nunca
tardía.
Sombra verde cuando la vida queme, rama para pájaros nocturnos,
fruto verde, cofre con sorpresa, piel de canela, sonrisa de nácar,
corazón tallado por ciclos celestes contra la brutal aspereza del
tiempo,
latente flor al acecho de primaveras cuando el hielo se imponga…
Así quedo, en el aire que lleva y que trae, en este cosmos de órbitas
circulares.
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