17/4/24

 





A rebuscar entre mis días, fiel,

como a un destino puntual acudo,

a sacar de ellos hebras de lana grasa,

brillos celestes, ocasos, centellas, luceros,

y el musgo que medra en las sombras que toda luz provoca.

 

Con estos ligeros materiales

en el pecho me construyo un nido

para sonrisas prestas a cálidas victorias,

y cuando el invierno desnuda y emborrona, habito,

gorrión de canalera, sueños de vértigo en aleros ateridos.

 

Y así, en cortos vuelos,

voy tejiendo circulares mis días...

cerrar el taller al toque atemporal de campanas,

volver a casa, para una arquitectura de besos, palabras, notas..

y en la noche, vieja desconocida, cobijarme en ahuecar de plumas.

 

Ante la imparable inercia de plomo de los inviernos,

se estremece la rama en que se mece inseguro mi universo…

Universo de raídas quijadas, mudas de culebra, polvo de ceniza,

la cáscara rota de mis días, estelas en el aire, borra, broza, mucha luz,

música, esfuerzo y mil victorias de alegría…

Y un batir de alas hacia la calidez de tus brazos, si esto lees, su vuelo.


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